Estamos a principios de Marzo y aún hace frío, pero en los días soleados apetece salir a dar una vuelta por las laderas iluminadas frente al mar. A primera hora las gotas de rocio se mecen en las briznas de hierba y reflejan la luz como diamantes formando un pequeño firmamento en la tierra, bello y efímero. El invierno deja atrás un reguero de plantas secas que ya esparcieron sus semillas, pero que aún persisten en mostrar su pasado esplendor. La primavera viene, la naturaleza se renueva.
Olympus E-M1 + MZuiko 60 macro
2 amigos han escrito:
Preciosa i precisa, suposo que ha de ser molt difícil composar amb precisió.
Parece tomada en el preciso momento del despertar.
Un abrazo.
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