Lena

-"Ja,ja,ja,ja! Ahora no reiréis tanto" dijo el Klingon a punto de apretar el botón rojo que destruiría la Tierra. De repente, un fogonazo de luz blanca hizo que apartara la garra del panel de mando, llevándosela a la boca, dolorida, y gruñendo sorprendido. Una niña terrícola había aparecido de repente y le apuntaba con una cosa parecida a una berenjena con tubos: "Quietecito, o te tuesto también la cara. Venga, activa el control de autodestrucción y a la nave de escape!". Lo acompañó hasta la escotilla después de que el alien programara la computadora y se iniciara la cuenta atrás irreversible, y al entrar en el cubículo el guerrero le preguntó: "¿Cómo has llegado hasta aquí, quién eres?" Y la niña le contestó: "Pues estaba leyendo unos cómics y me he dicho: voy a salvar el mundo", y acto seguido, enfundó la berenjena, se metió en el tubo de espacio-tiempo que había inventado y con una sonrisa le dijo antes de desparecer: "Y me llamo Lena"