Cuando hacía estas fotos me acordaba de las magníficas imágenes que Cristina García Rodero tomaba por esos pueblos de dios. La verdad es que fue toda una experiencia ver danzar a los gigantes, me pareció estar asistiendo a una ceremonia ancestral, hombres disfrazados de mujeres danzando al son de la música de cadencia lenta, repetitiva, y en el momento de mayor frenesí, giran como peonzas sobre sí mismos acampanando la falda y mostrando los pies del que danza y sufre al mismo tiempo. Cuando acabaron, el muchacho salió de dentro, feliz y cansado a la vez por haber dado vida a su amiga la giganta.
3 amigos han escrito:
Muy buena foto. Me gusta mucho más tu vertiente "social" que la "naturalista"! Pero hay gustos para todo, claro... :-)
Abrazos!
Buena foto social.
excelentes todas tus fotografias y sobre todo el sentido social de muchas de ellas mary
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