Casualidades de la vida, conocí a Toni interpretando a su personaje del papa el mismo día en que Benedicto XVI oficiaba una misa en la Sagrada Família. Asistí al proceso casi mágico de maquillaje y caracterización , así como a los momentos de concentración al memorizar el guión entre bastidores. Mas tarde y ya en la actuación comprobé cómo era admirado por el público, por un lado porque reconocían al actor de un popular programa de televisión en Catalunya, y por otro porque el papa inspira respeto en algunas personas. Toni trata a su personaje con cariño, lo hace cercano a la gente y les hace reir con sus trabalenguas mezclando italiano, castellano o catalán sin utilizar el recurso fácil de las palabrotas o expresiones soeces. Yo no tengo ninguna duda, il Papa seguro que reiría mucho si compartiera una tarde con
Toni Albá igual que me sucedió a mi. Un placer.
3 amigos han escrito:
¿Qué buena la primera! el recurso de quemar la lámpara para asemejarla a la luz divina me ha hecho sonreír.
Un abrazo.
Buen trabajo !
Que dos retratos tan buenos, y tan complementarios.
Aunque no vería yo el uno sin el otro, en el primero nos das tanta información que es como un tesoro.
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