Hace un par de días salió un magnífico artículo en Intervíu sobre la situación en Inoxcrom, una empresa de Barcelona especializada en la fabricación de artículos de escritura. El escrito lo firma Juan José Fernández y las fotos son de Jordi Parra, y aquí podéis ver cómo se hizo una de las fotos que ilustran el artículo.
Trabajé en esa empresa muchos años y me despidieron en el primer ERE que hicieron. Luego han venido dos expedientes más y actualmente están en liquidación, pero los trabajadores tiene la opción de montar una cooperativa si el juez encargado de la liquidación (dentro de pocos días) lo cree conveniente. Nada me alegraría más que así fuera, estoy convencido que las estupendas personas que trabajaban y trabajan en esa empresa son capaces de salir adelante, tan sólo necesitan que les dejen.
El fundador de Inoxcrom fue un industrial emprendedor que a su manera hacía país y dio trabajo a miles de personas. Actualmente se ha perdido esa moral, el beneficio se obtiene vendiendo más caro de lo que se compra, especulando pero no creando, y los puestos de trabajo se consideran un gasto más sin vertiente social. Inoxcrom es un ejemplo más, si especulamos en vez de crear llegará un momento en que no habrá a quien engañar y todo reventará.
Démosles una oportunidad a la gente emprendedora, démosle Inoxcrom a sus trabajadores.
Suerte, compañeros.
4 amigos han escrito:
La empresa pequeña prácticamente ha quebrado ya.
La gente está cargada de deudas.
La empresa grande está despidiendo.
La gente está cargada de deudas.
La gran empresa todavía tiene unos registros envidiables, pero si la población activa se queda en paro en un porcentaje del 25% quiere decir que el otro 75%, además de soportar tanto impuesto, tiene que socorrer a ese 25%.
Es por esta sencilla regla de tres por lo que estoy absolutamente de acuerdo con esa frase tuya de "llegará un momento en que no habrá a quien engañar y todo reventará".
Por cierto, deseando estoy de que reviente.
la historia se repite continuamente en este "cony de país", gente emprendedora suda un proyecto que crece y luego sus hijos se apoltronan en el bienestar creado por el padre, abuelo... y lo único que les interesa es intentar especular y seguir viviendo la "dolce vita", auténticos parásitos.
Conocí esta empresa a principios de los 80, y admiraba su crecimiento y al equipo de profesionales que conocí.
Ojalá pueda continuar a través de la cooperativa de trabajadores.
Saludos.
Gran fotógrafo y amigo Jordi Parra.
Un abrazo
Mirad, creo que en última instancia todo se reduce a una cuestión de respeto por el prójimo.
Paco, fue un lujo ver trabajar a Jordi!
Gracias a todos por pasar.
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