Para que no se duerma nuestra conciencia. Cuando hice esta foto, hace unos meses, pensé que era mejor guardarla porque el texto del cartel era demasiado agresivo y no lo compartía del todo. Tristemente, al volver a verla hace poco y con la óptica de los últimos acontecimientos en la banca, me ha parecido que la sentencia es absolutamente cierta.
Os pido por favor que leáis éste artículo de Lourdes Benería y Carmen Sarasúa en El País, del que me quedo con el siguiente fragmento:
"Islandia ofrece un ejemplo muy interesante. En vez de rescatar a los banqueros que arruinaron al país en 2008, la fiscalía abrió una investigación penal contra los responsables. En 2009 el Gobierno entero tuvo que dimitir y el pago de la deuda de la banca quedó bloqueado. Islandia no ha socializado las pérdidas como están haciendo muchos países, incluida España, sino que ha aceptado que los responsables fueran castigados y que sus bancos se hundieran.
De la misma forma que se crearon instituciones y procedimientos para perseguir los crímenes políticos contra la humanidad, es hora de hacer lo mismo con los económicos. Este es un buen momento, dada su existencia difícil de refutar. Es urgente que la noción de "crimen económico" se incorpore al discurso ciudadano y se entienda su importancia para construir la democracia económica y política."