Como Jan, giro y giro sobre mi pequeño mundo. Es un sitio hecho a medida, en ocasiones se hace asfixiante, otras se torna cálido y acogedor como la cuna de un bebé. Para compartirlo de vez en cuando dejo entrar a otras personas con la seguridad de que no romperán nada, y cuando se marchan me gusta guardar su foto en una caja de galletas como recuerdo de los buenos momentos que pasamos.
A veces llaman a la puerta pero no abro, no quiero que me vean desaliñado y huraño por culpa de la ira, el resentimiento y el odio. No se lo merecen. Cuando cesa el ruido, busco a tientas la caja bajo el jergón y la abro despacio, como el preciado tesoro que es. Y allí están las fotos, benditas fotos que me devuelven la armonía y las ganas de vivir. De repente mi mundo se torna amplio, límpio, luminoso, y pienso que es un buen sitio al que volver.
Al cerrar la puerta antes de marchar, miro la caja de galletas y me alegro al pensar que aún caben algunas fotos más, quizás muchas fotos más.
11 amigos han escrito:
Casi me da apuro escribir algo, como si mis vulgares palabras de elogio fueran a estropear tan bello escrito o a manchar tan bonita foto. Con todo, no puedo reprimir mi deseo de decir que he pasado por aquí y he gozado, como siempre pero más que nunca, con tu genial obra.
Desbordando arte, por arriba y por abajo.
Muack
Geniales tanto texto como la imagen. Como dice Francesc, una vez más nos has hecho gozar con tus obras, pero esta vez creo que has ido un poco más allá.
Un saludo
Creo que te entiendo muy bien. Es reconfortante sentir el calor del arte cerca de uno, saber que existe y que está ahí... en la palma de tu mano, esperando.
Es como una especie de isla personal. Uno sabe que la tiene, aunque a veces cuesta encontrar el camino. Sabes que la tienes pero tienes que vivir la mayor parte de tus días fuera de ella. Pero cuando estás allí, piensas que ese momento es el de mayor realidad, que ese eres tú realmente y eso es así con una intensidad que anula el resto del tiempo en que estás fuera.
Espero que en esa dulce cajita haya un hueco para una foto sobre mí, hecha por ese artista que estás hecho.
jejejej, pues claro qie sí, Ercanito, solo hay que encontrar el momento!
Genial la foto, genial la confesión...no sabes cómo te entiendo.
Nunca lo hubiera pensado como tú. Ahora sé que todos los días salgo con mi caja de galletas vacía, atento, con la alegría anticipada de traerme alguna foto dentro.
Un saludo.
Jejejej, Josh, estamos enfermos de fotografía!
Tu vales mucho y ya nos has dado mucho, Martín.
Esta misma entrada de hoy es una maravilla, empezando por la foto.
Gracias Sr. Frikosal, la admiración es mútua.
Una imagen llena de fuerza. Muy buena!!
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