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13 may 2009

Jeff Ballard


El es músico. Por circunstancias de la vida compartimos mesa y un ratito agradable. Charlamos de instrumentos, de maderas y de barcos hundidos, de platos turcos y como no, de fotografía. En los postres saqué la cámara, compuse sin quitar el porrón, y quedó un retrato del que estoy orgulloso. Un placer.
Por cierto, en Google aparecen 350.000 referencias a su persona, eso da un poco de vértigo!
Olympus E3 + Zuiko 12-60

8 amigos han escrito:

Mª Angeles B. dijo...

Interesante...
Un retrato con mucha luz y genialidad.
Saludos.

comunllum dijo...

El retrato es genial. Llevo ya un buen rato observándolo, pero soy incapaz de decir que es lo que me engancha de el. Me encanta cuando eso me pasa.

A ver si alguien puede llegar a expresar lo que yo no puedo.

Martin Gallego dijo...

Si, este es uno de los mejores retratos que he hecho ultimamente. Tiene pocos elementos en la comosición, y a pesar de que hay dos "objetos" pricipales, persona y vasija, estos se complementan. La versión en BN no tiene tanta fuerza, sobre todo porque el color del vino ha quedado profundo, además de que toda la imagen tiene mas "ambiente" en este color extraño. Por cierto, está procesado en Photoshop en modo Lab como si fuera BN, pero cuando ya estaba la volví a pasar a color y quedó así. Interesante.....

ercanito dijo...

Buen trabajo Martín. Me gusta el mucho el retrato. La pose es muy buena también, dejándonos ver casi toda la cara.
Saludos.

AgusMartin dijo...

Me gusta la espontaneidad, la tranquilidad de su rostro. Me gusta.

josh dijo...

Qué bueno, que sencillez tan completa, no hace falta nada más. Bueno, que agradezcas al camarero que te guardara esa mesa porque la luz es magnífica.

XuanRata dijo...

Dos artistas frente a frente. Qué suerte para ambos, y para los demás también que podemos disfrutarlos con solo mirar a la pantalla y poner, por ejemplo, ese disco que me gusta tanto del Brad Mehldau Trio.

Tratándose de un músico el retrato tenía que ser pura armonía, y asi es. Esa línea sinuosa que nos lleva del porrón a la mano, de la mano a la mirada, termina al final cayendo al tinto, donde yace el poso de la conversación.
Lo dicho, una gozada.

cornel dijo...

beautiful portrait