Los gigantes se acercaron bramando, pisando el suelo con fuerza y haciéndolo temblar. Lo destrozaban todo a su paso, y tapaban hasta la luz del sol, tan grande era su tamaño. Muerte y destrucción, le habían explicado de pequeña, era lo que mas les gustaba a los monstruos. Cambiaban verde por gris, aire por fuego, agua por nada...... Cuando ya no pudo esconderse más y notó que su vida corría peligro, salto desde el borde del estanque y pasó rauda por encima del nenúfar. La imágen borrosa del verde y el rosa de la flor fué la última visión que tuvo.....
"¡Papá, papá, he cogido una rana cuando saltaba! "
3 amigos han escrito:
Me encanta el relato.. y la foto, parece un cuadro impresionista, es preciosa.
El relato muy guapo y esta foto desenfocada a tope me encanta :)
Muy buenas y muy buena Martin , (habeis comprobado si era "un principe") jjejjeje.
saludos
Vicente
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