Olympus E-M1 + Sigma 150 macro.
Me he dejado llevar y he escrito unas reflexiones sobre las cámaras del futuro, con especial incidencia en las que más me gustan :-)
¿Todo aquel que tiene una cámara es fotógrafo? Una respuesta
conciliadora a tan espinosa pregunta es que todo el mundo tiene derecho a
intentarlo, independientemente del resultado que consiga. Creo que podríamos
estar de acuerdo en que una buena herramienta facilita el trabajo, sea éste del
tipo que sea, y por eso nos fijamos en los utensilios de los profesionales para
intentar asegurarnos parte de su buen hacer cuando les imitamos tanto si se
trata de un mecánico de coches o una fotógrafa cotizadísima. Llegados a este
punto ya podrían surgir distintas opiniones sobre el tanto por ciento de
incidencia de los equipos en los buenos resultados que obtienen esos
profesionales ya que un buen mecánico puede solucionar una avería de manera
transitoria con un poco de cinta americana o una brida porque sabe dónde
ponerlas, por ejemplo, y la fotógrafa que nombrábamos más arriba es capaz de
editar un libro precioso a base de imágenes tomadas con cámaras de carrete de
usar y tirar, sirva también de ejemplo. A todo esto, no olvidemos que hay
oficios que se basan tan sólo en el buen hacer del profesional sin apenas
utilizar herramientas, por ejemplo una azafata o un camarero, pero me estoy
saliendo del tema.
El futuro de las cámaras fotográficas a corto y medio plazo creo que
tiene dos variantes muy diferenciadas: por un lado la mayoría de la gente
seguirá tomando fotografías de manera fácil y contínua con dispositivos multifunción
muy ligeros y portátiles, cada vez más
sofisticados y con mejores prestaciones. Esa parte del pastel continuarán llevándosela
los fabricantes de teléfonos ya que para el no aficionado a la fotografía no
tiene sentido llevar siempre encima el móvil, dispositivo con un montón de
capacidades diferentes, mas una cámara que por muy pequeña que sea continuará
siendo mas grande y pesada que el anterior, ¡y sólo hace fotos! Las compactas tienen los días contados.
Por otro lado, se seguirán haciendo cámaras fotográficas para
aficionados avanzados y profesionales que justifiquen su coste y peso por una
ganancia evidente en cuanto a calidad respecto a los dispositivos móviles.
Estas cámaras han de ser de objetivos intercambiables para adaptarse mejor a
las diferentes situaciones fotográficas y así rendir al máximo en cuanto a
calidad de imagen en cada una de ellas, aunque seguramente veremos dentro de poco aparatos especializados en facetas fotográficas concretas.
Pero el peso y el tamaño (mas el precio) es un problema en las cámaras
con bayoneta, prentaprisma y espejo. Conozco muchos fotógrafos profesionales,
de los que se ganan la vida vendiendo sus fotos, que utilizan un móvil para
captar imágenes de manera rápida, una cámara de objetivos intercambiables sin
espejo “de apoyo” según ellos y una o varias réflex para sus trabajos
alimenticios.
Las cámaras digitales réflex de sensor de 24 x 36mm son una
concatenación de compromisos técnicos heredados del pasado. El tamaño del
sensor había de ser ese para hacer una transición lo menos traumática posible
de las cámaras de carrete a las digitales y aprovechar las ópticas disponibles.
El espejo se mantuvo porque en el momento de implantar el sensor digital
todavía no había la tecnología necesaria para sustituir el pentaprisma por un
visor digital de calidad, cosa que en la actualidad ya es posible. Esos dos
compromisos, tamaño de sensor y pentaprisma/espejo, condicionan el tamaño y el
peso de la cámara con sus correspondientes objetivos. En teoría, si se elimina
el conjunto pentaprisma/espejo y se reduce el sensor, todo puede ser más
pequeño, ligero y barato, y aquí es donde aparecen las cámaras de objetivos
intercambiables sin espejo. Éstas ya no están condicionadas por compromisos
técnicos o comerciales previos y han aparecido varios sistemas diferentes que
proponen soluciones en esa dirección. Bien, llegados a ese punto, visualicemos mentalmente
otra vez al sufrido fotógrafo que arrastra una mochila en la que encontramos
uno (o dos) cuerpos réflex FF, un zoom luminoso 24-70mm, otro 70-200, un fijo
de 14mm y otro de 85mm F1.2, un duplicador, un flash, y en muchas ocasiones un
trípode. Si lo sentamos frente a una cervecita y le preguntamos por un deseo
confesable, hay muchas posibilidades de que nos diga que está harto de la
maldita mochila y que daría lo que fuera por poder hacer fotos llevando el
equipo en una discreta bolsa de hombro. Esa también es la idea primigenia de
los sistemas sin espejo, pero en mi opinión no acaba de cuajar en la oferta de
cámaras y objetivos que encontramos en los escaparates actualmente y que ha motivado que
ponga sobre el papel estas reflexiones.
La técnica siempre va a favor de la miniaturización y la ligereza. Los
avances técnicos no hacen que las cosas sean más grandes y pesadas, sino mas
pequeñas, livianas y con suerte baratas. Las cámaras sin espejo por definición
habrían de seguir esa premisa igual que los objetivos, pero no estoy del todo
seguro de que los ingenieros y los
diseñadores lo tengan claro en el fondo. Me asusta cuando un fabricante
presenta una cámara tope de gama con o sin espejo y en la foto de promo aparece
con el grip y un objetivo grande con el parasol montado. El sufrido fotógrafo
que hemos dejado descansando anteriormente no se sentirá muy ilusionado al ver
la nueva cámara, incluso la peligrosa idea de que es más de lo mismo le rondará
la cabeza y recordará con añoranza aquella Pentax MX tan pequeña, aquella ligera
Nikon FM que lo aguantaba todo o aquella Olympus OM-4 titanio que cabía en la
palma de la mano junto con dos objetivos, todo ello sin olvidar a las Leica.
Me horroriza la idea de que las cámaras y objetivos profesionales o de
altas prestaciones hayan de ser grandes, para eso ya están las de formato
medio. Las cámaras para llevar encima, para trabajar con ellas colgadas del
cuello, han de ser pequeñas y ligeras por muy tope de gama que sean y el futuro
creo que pasa por ahí. Me gustaría que esa idea arraigara en los departamentos
de I+D, creo que todos los que hacemos
fotos seríamos un poco más felices.
4 amigos han escrito:
No puedo estar más de acuerdo contigo, es más, si yo supiera expresarme por escrito como lo haces tú, tan concisamente y sin florituras, hubiera dicho lo mismo...
Ahora sólo falta que el "personal" se ponga las pilas y ya no me refiero a los fabricantes, lo cual es imprescindible, me refiero a todos esos fotógrafos, de cualquier rango, que siguen pensando que el "tenerla más grande" siempre es mejor... cuando a veces menos es más.
Y ahí es donde el sensor 4/3 entra en juego. Para mí es el tamaño perfecto para una relación calidad/confort.
Vemos tamaños mayores como el APS-C en las Fuji-X y FF en las Aplha 7... pero y si nos fijamos en las ópticas??
Pongamos el Fujinion 50-140 f2.8 y el Sony 70-200 f4: son de 80x175mm y 900g más o menos. Ahora bien el Panasonic 35-100 f2.8 es de 67x100mm y 360g!!! Ahí ya cambia la cosa!!
Por mucho mejor cámaras que sea, por mejor sensor que tengan, yo me niego a cargar con ese lastre de peso!!
He tenido una Oly E-1 con el 14-54 y el 35-100 f2!! Espectacular! Pero resulta que en la estantería de casa no hacían fotos... (me daba pereza y dolor cargar con ello)
Ahora con la E-M5 y los 7,5, 17, 25, 45, 75mm voy ligerito y completo!!
Para mí, desde luego es el camino a seguir.
¡¡AMÉN!!
Grandes palabras de las que comparto la opinión de Juan Freire, "en la estantería de casa no hacen fotos". Me veo muy identificado porque tengo una 550D de Canon cogiendo polvo y una e-pm2 que no paro de usar por la sencilla razón del peso y el volumen.
Espero que la gente apoye este sistema más y se vea más movimiento.
Un saludo, JR
Como tu sabes comparto al 100% tus reflexiones, yo ya hace un año, que vendi todo el equipo FF para hacerme con un sistema más ligero como el m4/3, y no puedo estar más contento.. ahora me llevo el equipo completo cuando salgo, y no tengo que pensar, que dejo, en funcion del peso y no en función de las fotos que tenia que hacer.... no me arrepiento para nada del cambio, y tal y como tu dices este és el camino, para el aficionado, para el aficionado avanzado y para el profesional, todo y que a este ultimo, ahora empieza a salir material que pueda cumplir con la función de pro.. como las proximas opticas de m4/3 de olympus......
Para mi una persona que tiene una camara de fotos no es un fotografo es un propietario de una camara, de igual manera que una persona que tenga un piano no se atreveria nunca a decir que és pianista si no un propietario de un piano.. :-)
Saludos
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