Me encantan los tonos ocres, de hecho me quedé en una zona de pradera con hierbas secas buscando un motivo para fotografiar tan sólo porque me encantaba el color dominante. Tuve suerte de que era el territorio de esta libélula que muy amablemente posó para mí y al marcharme no pude menos que agradecerle la amabilidad y la paciencia, decidme friki si queréis...
Olympus E-M1 + Sigma 150 macro
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